Tanto comerciantes como hosteleros se balancean entre la angustia y el enojo tras casi tres semanas sin actividad. Bares, restaurantes y tiendas siguen sin clientes, al tiempo que las iglesias se llenan de afectados por los cierres. Tras los encierros en Laviana y La Felguera, en la comarca del Nalón, ayer le tocó el turno a Mieres. "Estamos desesperados porque no nos queda nada", aseguran. En La Felguera y Pola de Laviana el encierro suma 13 y 6 días. "No me importa quedarme aquí hasta Navidad porque ya me he perdido el cumpleaños de mis hijos", lamenta uno de los encerrados.