La noche de la verbena de la montera picona acabó como si aquello fuese una de esas películas que actualizan el mito de Fuenteovejuna. Moreda se unió con una causa común: expulsar del pueblo a unos vecinos conflictivos, deshacerse de quienes en las últimas semanas había alterado la paz de esta localidad del concejo de Aller. Se trata de un grupo de chavales, veinteañeros, a quienes se ha acusado de romper todos los límites de convivencia con insultos, robos, agresiones... Los vecinos llevaban semanas atemorizados y la noche del sábado todo saltó por los aires.
El detonante, según los vecinos, fue una de esas gotas que colman el vaso. Unos hablan de un robo a una vecina y otros de una agresión a una pareja en el tren que venía de Mieres. Son dos tipos de hechos que, denuncian los vecinos, han sido frecuentes en el último mes. "Mi madre no se atrevía a salir a hacer la compra", comentaba ayer una residente Moreda. Los asaltos a vecinos en la calle eran habituales, lo mismo que los altercados en el tren. Tanto que Renfe había aumentado la seguridad en la línea de ancho métrico (antigua Feve) que une Mieres y Aller.