Es época de viajes. Es época de disfrutar de otros lugares y dejar de lado la rutina. Para unas vacaciones seguras, los expertos en viajes aconsejan dejar siempre la maleta en la bañera del hotel.
Aunque cada vez hay más personas que optan por el turismo rural y alquilan una casa, el hotel sigue siendo una de las opciones más demandadas. Sea como sea, el consejo de las maletas en la bañera es válido para cualquier tipo de alojamiento.
Contra lo que pueda parecer, dejar las maletas en la bañera no es un tema de seguridad, es un tema de higiene.
Lydia Mansel es una experta en viajes que afirma lo siguiente: «cada vez que hago check-in en un hotel, coloco inmediatamente mis maletas en el baño, lejos de la cama y de las alfombras. De esta manera, mis pertenencias están lejos de los muebles donde suelen esconderse las chinches, reduciendo significativamente las posibilidades de llevarlos a casa».
Hace unos años hubo una importante plaga de chinches en España y Portugal. Cualquier precaución es poca. Además, en verano, se multiplican. "Las chinches, como muchos otros insectos, disminuyen su actividad cuando llega el frío. Debido al cambio climático, el hecho de que en octubre continúen las altas temperaturas, favorece que sigan reproduciéndose", tal como apunta la doctora Patricia Guillem, catedrática de Epidemiología, Salud Pública y Medicina Preventiva de la Universidad Europea.
Entre los consejos para disfrutar de unas vacaciones sin contratiempos, también recomiendan mirar bien qué se mete en esa maleta.
Un truco para aumentar su capacidad es el truco del zapato. No es otra cosa que aprovechar el espacio interior de los zapatos para meter aquellas cosas más pequeñas y optimizar el espacio. Se puede utilizar para meter complementos, del tipo gafas de sol o pañuelos. La bisutería en pequeñas bolsas es otro de los objetos que se pueden meter en el interior de los zapatos. Por último, los calcetines son otra de las opciones que se pueden colocar en el interior del calzado.
Si eres de los que reservan con prisas o llenan la maleta “por si acaso”, este consejo es para ti. Uno de los fallos más frecuentes es no adaptar el equipaje al destino: no, un forro polar no te basta para subir al Teide de noche, ni unas chanclas valen para recorrer Roma a pie. Haz una lista, revisa las recomendaciones del lugar que vas a visitar y no des nada por hecho.
Y lo mismo ocurre con las reservas online. Confirma todo dos veces, revisa opiniones actualizadas y asegúrate de que tu hotel no esté al lado de unas obras que arruinen tu descanso. Que no te dé pereza: dedicar unos minutos a revisar esos detalles puede marcar la diferencia.