El asturiano Santi Obaya regentó un kiosko durante 20 años y un día decidió dejar la vida de ciudad por su pasión, las carreras de montaña. No se arrepiente. Obaya pide, además, más apoyo institucional para un tipo de competiciones que tienen una gran capacidad para dinamizar la zona rural: "No sabemos lo que tenemos", dice.
Para ver este vídeo suscríbete a La Nueva España o inicia sesión si ya eres suscriptor.
¿Ya eres premium? Inicia tu sesión aquí