Alba Cueva, noreñense de 11 años, ha dado un paso crucial en su carrera al ser una de las tres niñas seleccionadas para formar parte de la F1 Academy, una iniciativa impulsada por el promotor oficial de la Fórmula 1 con el objetivo de fomentar la participación femenina en el automovilismo.

La joven piloto de karts, con el respaldo de la F1 Academy, competirá en la prestigiosa Champions of the Future, un torneo donde se medirá con 36 de los mejores pilotos de su categoría. Este reconocimiento no solo valida su talento, sino que también la acerca a su gran sueño: subirse a un monoplaza de Fórmula 1.

Su padre, Rubén Cueva, destaca el orgullo que siente por el logro de Alba y reconoce lo difícil que ha sido alcanzar este nivel. «Es algo muy difícil. Que tres niñas de todo el mundo sean seleccionadas y que Alba sea una de ellas, para nosotros es un orgullo, sobre todo por ella, por todo lo que lucha, trabaja y pelea», asegura. La noticia llevaba tiempo confirmada, pero no se pudo hacer pública hasta que la Fórmula 1 lo anunciara oficialmente.

La selección de Alba se ha basado en su trayectoria y palmarés, habiendo competido desde los cuatro años en karts y destacando en un entorno predominantemente masculino. Ahora, con el respaldo de la F1 Academy, que no solo les proporciona visibilidad, sino también apoyo económico, la asturiana sigue dando pasos firmes en su carrera. «El futuro lo veo difícil. Es un paso pequeñito, pero inmensamente especial», reconoce su padre. Si todo va bien, Alba continuará en el karting al menos cuatro años más, con la posibilidad de ascender a la Fórmula 4 si mantiene su evolución.

Según cuenta Manuel Aviñó, presidente de la Real Federación Española de Automovilismo y vicepresidente de la FIA, «F1 Academy hace una selección de las mejores» para formar parte de esta iniciativa, «que busca potenciar el talento femenino desde las categorías más tempranas del karting». Añade que esta fórmula de promoción «nace con la intención de ofrecer oportunidades reales a las mujeres para que, con el tiempo, puedan progresar a categorías superiores y, eventualmente, llegar a competir en la Fórmula 1».

La joven de Noreña comenzó en el mundo del karting a los cuatro años y medio, inspirada por una prima que también practicaba este deporte. Su padre le compró un kart, y desde entonces comenzó a entrenar, mostrando una pasión innata por el automovilismo.