Alta tensión en el inicio de las negociaciones entre la dirección de ArcelorMittal y los sindicatos para discutir el futuro de la acería de Gijón, en cierre patronal desde el jueves por la tarde, y, por extensión, de la división de largos. La multinacional había tomado esta drástica decisión después de que la huelga en el taller convocada por CC OO y la CSI -en protesta por los ajustes de empleo que la compañía quiere realizar, con la amortización de 23 empleos- llegara a pararlizar durante tres horas esta instalación. Tan enquistada estaba la situación que el Servicio Asturiano de Solución Extrajudicial de Conflictos (Sasec) maniobró el viernes para intentar acercar posturas entre ambas partes.