En los últimos años, el uso de dinero en efectivo prácticamente se ha extinguido. Los pagos con tarjeta se han convertido en la opción preferida de la mayoría de españoles que han ido abandonando sus visitas a los cajeros automáticos.

Por este motivo, cuando sacamos dinero en metálico del banco, es importante llevar un control que llega por parte de Hacienda con el objetivo de combatir el fraude fiscal. Para ello, impone un máximo de dinero que nos permite retirar en un día. Cada entidad bancaria fija un límite de dinero que los clientes pueden retirar por día del cajero automático. La cifra varía dependiendo del banco, pero suele establecerse alrededor de los 600 euros aunque, este límite puede ser modificado por el usuario según sus preferencias, pero siempre dentro de la horquilla que permite la ley.