Santa Bárbara Sistemas, propiedad del grupo estadounidense General Dynamics, y con una fábrica de vehículos blindados en Trubia (Oviedo), ha elegido Andalucía como territorio para su expansión en España dentro de la aceleración de las inversiones que está protagonizando el sector de la defensa con motivo del masivo plan de rearme europeo y que ha llevado a otros grupos como Indra o Escribano Mechanical & Engineering a lanzar inversiones en Asturias. Santa Bárbara anunció ayer la apertura de un nuevo centro en Córdoba, "como un paso significativo en el compromiso con la innovación y el desarrollo industrial en España", afirmó la compañía.

La decisión se produce en plena pugna con la española Indra, ya que esta aspira adquirir el negocio de Santa Bárbara en el país, esto es, la producción de blindados en Trubia y en Alcalá de Guadaíra (Sevilla), una operación a la que la firma estadounidense se opone con rotundidad. La apuesta por Córdoba beneficiará a la planta sevillana, según aseguró ayer la propia compañía. Así, la nueva instalación cordobesa de Santa Bárbara "fortalecerá su presencia en la región y facilitará una conexión estratégica entre su Centro de Excelencia en Alcalá de Guadaíra (Sevilla) y la futura Base Logística del Ejército de Tierra (BLET) en Córdoba", precisó el fabricante. "El centro también potenciará la colaboración con la cadena de suministro local, generando nuevas oportunidades para el tejido empresarial de la zona", añadió la compañía. La inversión fue comunicada en un acto protagonizado por el vicepresidente de Santa Bárbara, Alejandro Page, y el alcalde de Córdoba, José María Bellido, quien destacó el "firme compromiso" de la empresa estadounidense por Andalucía.

No es la única inversión en el sector de la defensa que acoge el Parque Tecnológico de Córdoba, oficialmente denominado Rabanales 21. Allí también tiene un centro la ingeniería madrileña Escribano Mechanical & Engineering, que precisamente acaba de anunciar un desembolso de 18 millones de euros para ampliar las instalaciones. El objetivo de la compañía es incrementar la capacidad de producción de una planta en la que se concentran los trabajos del programa del lanzacohetes Silam para el Ejército de Tierra español, que Escribano lleva a cabo junto con la alemana Rheinmetall, la cual a su vez cuenta en Trubia con una factoría de munición.