Francisco Rivera y uno de sus grandes enemigos públicos, Ernesto Neyra - marido de Carmen Ordóñez entre los años 1997 y 1999 - se han visto las caras en los Juzgados de Sevilla. ¿El motivo? Un acto de conciliación propuesto por la defensa del bailarín tras las declaraciones que el torero hizo en su día en diferentes medios de comunicación acusándolo de haber maltratado a su madre. Una medida con la que el artista busca que el hijo de Paquirri se retracte de sus manifestaciones, ya que de lo contrario interpondrá una querella por derecho al honor.