En el Rosario Acuña, en el barrio gijonés del Polígono, organizaron un pequeño recibimiento a los escolares que acudían por primera vez al centro. Es decir, aquellos que antaño estaban en el colegio y ahora se enfrentan a la realidad del instituto. En total, 104 chicos estaban esta mañana en esa situación. "Va a ser más difícil, pero habrá que acostumbrarse", apuntaron algunos de ellos. Raquel Álvarez es la directora y ella también estaba algo nerviosa por el primer día. “El objetivo es que ellos se encuentren a gusto, porque vienen con nervios. El día antes llamaban sin parar para ver a qué grupo iban. Todos hemos pasado por esa etapa y la idea es que se sientan cómodos y queridos”, confesó la docente.