Son los últimos en llegar, pero de novatos no tienen nada. Esa podría ser la carta de presentación de "La Vieja Guardia", la nueva charanga gijonesa que hace acto de presencia en el carnaval de este año. Y eso de que no tienen nada de novatos se explica porque la mayoría de sus miembros tienen mucha folixa antroxera a sus espaldas. Son cerca de medio centenar y quieren dar que hablar. Con el Rey Pelayo en el escudo, el color azul por la bandera, la fuerza de la percusión que te da una batería, esta charanga tiene un solo mandamiento fundamental. Pasarlo siempre lo mejor posible. Así consta en el primer punto de sus estatutos. Y cómo no lo van a pasar bien entre ellos si la mayoría son amigos y la fuerza de la charanga la aportan las familias. Padres e hijos que llevan en su ADN la magia del Antroxu y que van pasando de generación en generación a ritmo de batucada y de silbato todo lo bueno que representa el carnaval. Lo cuenta Diego González, su líder. "Somos muy cercanos entre nosotros. La mayoría somos familias", explica el responsable de una agrupación que tiene su cuartel general en el Polígono, en el colegio Asturias.