Melchor, Gaspar y Baltasar ya habían sido más que conocedores del afecto que les guardan los gijoneses a lo largo de toda la jornada y en cada rincón de la ciudad por los que habían pasado. Sin embargo, pequeños y mayores quisieron entregarse a Sus Majestades de Oriente por última vez antes de dar la bienvenida a la noche más mágica y esperada del año. Lo hicieron en una plaza Mayor que estuvo a rebosar con motivo del tradicional discurso de los tres Reyes Magos, que aseguraron a todos los presentes que este año vienen cargados "con miles y miles de regalos". Eso sí, les pidieron "un poco más de paciencia".

A pesar de que las voces de muchos ya estaban agotadas después de la intensa y mágica jornada del cinco de enero, en la plaza Mayor no cesaron en ningún momento los vítores a Sus Majestades de Oriente. Especialmente por parte de los más pequeños, que aplaudieron cada frase de los Reyes Magos, a quienes admiraban con rostros sonrientes y con la ilusión por las nubes. El encuentro de la plaza Mayor contó con una larga ristra de instantes entrañables que emocionaron, por ejemplo, a la madre de Nicolás Gómez, Lorena Morales. No era para menos. Su hijo había cumplido el sueño de abrazar a Melchor, su rey favorito. "Es el mejor día del año", expresó Morales. Precisamente fue Melchor, que portaba una bufanda del Sporting en su cuello, el primero en intervenir.