La moda en La Calzada tiene un nombre propio. Así ha sido desde 1971 cuando Leonardo Armesto Martín decidió abrir una tienda de ropa en la calle Gran Capitán, frente al parque de Fernando VI. En una época en la que los talleres y fábricas dominaban La Calzada, Armesto era el que vestía a sus vecinos desde su local llamado Aral. Su peculiaridad y, como confiesa su hijo José Antonio Armesto Álvarez, fue diferenciarse del resto buscando buenos materiales. "Nosotros siempre hemos apostado por la ropa de calidad, porque aquí en La Calzada la gente compra de calidad. Hubo que apostar mucho y viajar a lugares como Berlín, donde está la feria de marcas más importantes. También a Milán, por supuesto. Coger el avión de la mañana, ir a Mallorca y de ahí a Berlín y volver. Eso la gente no lo hacía y nosotros sí", recuerda Armesto.
Han pasado 54 años desde que su padre se lanzó al mundo de la moda. La esquina de Aral en Gran Capitán dio paso a una barbería hace más de cinco años y, posteriormente, a un bar. Antes, habían abierto otro local en la avenida Argentina que ahora han decidido cerrar también por "falta de relevo generacional". "Los motivos fueron que mi hija estudió y no quiso saber nada de la tienda. Decía que era mucho jaleo", confiesa Armesto que también apunta a la presión fiscal como otra de las razones para bajar la persiana de forma definitiva. "Hoy un negocio como no esté muy bien llevado, no se puede gestionar. Eso es algo que nuestros hijos ven y les rechaza".