Larga ovación del público tras los fuegos artificiales que este año pusieron el broche de oro a las fiestas de Grado. La Hermandad de Santiago y Santa Ana había avanzado que sería la mayor descarga pirotécnica en calidad y presupuesto de todas las ediciones y el espectáculo no defraudó. "Una auténtica pasada, este año se han superado", destacaba el grupo de María Rodríguez, llegado desde Oviedo e integrado por varias amigas. "Hay que reconocer que ha sido espectacular", comentaba Antonio Fernández, que lo vio desde uno de los accesos al paseo del río con varios familiares.
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