Ni una gota de agua se desperdició este viernes en la villa moscona. Miles de romeros participaron un año más en el tradicional desfile de carrozas preparados con pistolas y botellas de agua, que se lanzaron en una guerra que se extendió por las principales calles de Grado. Desde la ventana, los vecinos lanzaban cubos de agua alentados por los participantes al grito de "queremos agua".