Se auguraba una batalla reñida y lo está siendo. Ajustada y sin precedentes por los más de 100 millones de votos por correo que retrasarán los resultados definitivos. Hay que armarse de paciencia para conocer al ganador de estas elecciones. Con el escrutinio en la mano, a esta hora, el candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, daría el primer golpe sobre la mesa ganando Florida, un estado clave para la reelección. Perder aquí diluiría prácticamente todas sus posibilidades. Pero con los ojos puestos en Carolina del Norte. Hace cuatro años resultó clave en la victoria del republicano. Este año las cosas siguen ajustadísimas: Michigan, Wisconsin, Pensilvania… el cinturón industrial llamado a decantar la balanza. Estados donde el recuento se puede alargar hasta finales de semana. Quién ocupará la Casa Blanca los próximos cuatro años es una incógnita. Todo apunta a que un puñado de votos serán determinantes.