Rusia ha trasladado al opositor Alexei Navalni a un hospital. Las autoridades aseguran que su estado de salud es "satisfactorio" y que recibe un tratamiento de vitaminas. Los doctores de su equipo, tras examinar las analíticas a las que han tenido acceso, denuncian que su situación es crítica. Por su parte, la Unión Europea pide que reciba un trato digno. Mientras, la Fiscalía rusa prepara la ilegalización de su movimiento y detiene desde hace meses a miles de sus seguidores.