Medio millón de kilómetros a lo largo del país más poblado del mundo, durante los últimos 24 años, montado en su motocicleta y con la bandera de su hijo. Por fin ahora, Guo Gangtang ha conseguido reencontrarse con él. Su historia fue incluso inspiración para una película porque el pequeño tenía sólo 2 años y medio, en 1997 cuando una mujer y un hombre, ahora detenidos, se lo llevaron de la puerta de su casa donde jugaba. El padre comenzó entonces una larga búsqueda en toda China: 500.000 kilómetros, veinte provincias y diez motocicletas averiadas durante el trayecto. Ahora, el ADN ha sido decisivo para que se produjera este abrazo, gracias a una campaña que ha permitido crear una base de datos de hijos perdidos y padres que, como Guo, buscan. La desaparición de menores ha sido una angustiosa lacra en China durante décadas. A partir de ahora será un poco más fácil encuentrar a los desaparecidos entre 1.400 millones de personas.