Avanza hacia París la caravana de la libertad desafiando la prohibición de la prefectura de bloquear la capital francesa. Se han inspirado en la movilización de los camioneros canadineses, pero a diferencia de Canadá aquí la mayoría va en coche y en moto y así pretenden burlar el fuerte dispositivo policial... preparado para cortarles el paso. "No van a poder parar a todo el mundo, dice, entraremos por la fuerza". Y se enfrentan a multas de 4500 euros. El derecho a la libertad y el pasaporte de vacunación están en el origen de la protestas, pero al descontento se unen el movimiento de los chalecos amarillos, los antivacunas y un profundo malestar por el precio del combustible ó la pérdida de poder adquisitivo. Este convoy por al libertad cuenta con el apoyo de la ultraderecha francesa pero también de la izquierda. Un escenario convulso para el presidente Macron a dos meses de las presidenciales,