Las que Putin denomina "fuerzas de pacificación" ya tienen permiso para actuar fuera de Rusia. Un trámite parlamentario que las autoriza a entrar en las provincias reconocidas como independientes por el Kremlin y avanzar aún más hacia el oeste de Ucrania. Esta tarde, el líder ruso ha advertido a las autoridades de Kiev: lo mejor que pueden hacer es desmilitarizar el país.  En Donetsk, filas de automóviles han festejado a golpe de claxon la decisión de Moscú, mientras sus conductores gritaban hurras a Rusia. Mientras, en las zonas del Dombás controladas aún por Ucrania, siguen cayendo proyectiles. En Kiev, el ministro de Defensa ucraniano denunciaba que la invasión ya ha comenzado. Y vaticinaba que el soldado enterrado hoy no será la última víctima de este conflicto.