Rusia ha difundido este domingo el lanzamiento de hasta 4 misiles de crucero desde sus fragatas en el Mar Negro. Mientras, Ucrania denuncia nuevos bombardeos contra civiles en Dnipro y Lugansk. Los proyectiles, según Kiev, habrían afectado a una escuela y un bloque de apartamentos. En las proximidades de Bucha, en Buzova, hasta hace unos días bajo el asedio ruso se han localizado, también, decenas de cadáveres en una fosa común cavada en una zanja frente a una gasolinera. Moscú sigue desplazando sus fuerzas hacia el este. Prueba de ello sería la grabación en carretera y por satélite de un convoy militar, presente en los alrededores de la capital, que se dirige ahora a las regiones de Oblast y Donbass. El ejército ruso reorienta su invasión a la vez que exhibe su poder aéreo con helicópteros KA-52 que habrían destruido blindados y baterías antiaéreas ucranianas. Desde el otro lado, se muestra la destrucción del avance ruso, con casi una decena de acorazados caídos en una emboscada en pleno bosque. También de otros convoyes en carretera y el supuesto derribo de un dron de combate ruso con proyectiles Martlet proporcionados por Reino Unido. Ucrania también trata de minar la moral rusa con la reutilización de sus blindados perdidos, ahora bajo su bandera. Según la Inteligencia británica, Moscú estaría tratando de captar a militares retirados desde 2012 ante la pérdida de entre 7.000 y 15.000 combatientes. Para Londres, la retirada de las fuerzas que cercaban Kiev es la prueba del "ataque desproporcionado", dice, del invasor ruso contra la población civil.