Una gran fiesta, única, original, que no deja indiferente y que es diferente en todos sus detalles. Porque se cuida hasta el extremo la preparación de la decoración, iluminación, representaciones, elección de puestos de venta y diseño de un campamento que hace las delicias de las familias. Como las atracciones para los más pequeños que en esta edición, entre otras, incluyeron un tiovivo propulsado a pedales, una noria que giraba gracias a una manivela accionada por un hombre y una gran barcaza pirata en la que los niños escuchaban historias sobre surcar los mares mientras eran columpiados con la sola fuerza de un joven y sin ningún sistema mecánico. Todas las piezas eran además de madera, integrándose a la perfección en el gran escenario medieval de la celebración.