La idea central de la nueva Ley de Memoria Histórica es dar “el reconocimiento, la respuesta y la dignificación” a las víctimas y se debatirá la próxima semana en el Consejo de Ministros. Para ello, la vicepresidenta Carmen Calvo ha reconocido que “no va a haber ninguna fundación pública o con recursos públicos que puedan enaltecer, propiciar o promocionar ideas totalitarias o figuras dictatoriales”. “Son todo lo contrario de la memoria democrática”, ha añadido.