Tres terroristas se sientan desde hoy en el banquillo en el juicio por los atentados de Barcelona y Cambrils en 2017. Ninguno de ellos se enfrenta a la acusación de asesinato. Los autores materiales o fueron abatidos por la policía o murieron en la explosión de la casa de Alcanar. Los tres acusados sólo han respondido a las preguntas de sus abogados y han intentado desmarcarse en todo momento de los hechos. Para Driss Oukabir la fiscalía pide 36 años de cárcel, su documentación estaba en la furgoneta de las Ramblas. Mohammed Houli Chemlal, el único superviviente de la explosión de la casa de Alcanar donde manipulaban los explosivos, se enfrenta a la petición más alta 41 años de cárcel. Y Said ben Iazz prestó su furgoneta para comprar los explosivos. Le piden 8 años por colaboración.