Todoque se convirtió en el símbolo de la resistencia pero cuando la lava retomó su camino al mar arrasó con la vida de muchas familias. Caroli perdió su peluquería, el negocio que heredó de su madre. Ana Jésica se ha quedado sin nada, la colada sepultó la casa que construyeron junto a su suegro. Y aunque la generosidad es el mejor consuelo, temen que en un futuro les olviden.