Incertidumbre sobre el destino de las coladas del volcán

En su descenso valle abajo, los últimos derrames de lava tienen en vilo fuerzas de seguridad, científicos y vecinos. Los de La Laguna están muy pendientes de qué coladas van a ser alimentadas a raíz del último derrumbe en el cráter. Como cuenta José Mediato, del Instituto Geológico y Minero de España, la pasada noche se cayó parte del pequeño cono y las coladas se han extendido hacia el norte y el este. Su compañero Javier Martínez incide en la incertidumbre sobre qué frente van a coger. De momento, y frenada la colada que entró en La Laguna, se ha permitido a los vecinos de los barrios evacuados volver a sus propiedades, si éstas se encuentran fuera del perímetro de seguridad, a retirar enseres domésticos. Sin embargo, preocupa también la nueva colada en la zona sur del volcán, alimentada por una boca que hasta ayer solo había soltado piroclastos, y que avanza hacia el núcleo urbano del Corazoncillo, amenazando el cementerio de Las Manchas. En estas cinco semanas de erupción la lava ya ha cubierto casi 900 hectáreas de terreno, y destruido cerca de 2.150 edificaciones.