Se siente un aura especial al entrar en la clase de tercero de Educación Secundaria del Colegio José García Fernández de Luarca. Los 18 alumnos que la componen son los protagonistas de un proyecto "especial" que aúna solidaridad y amor y que hoy, viernes, día de San Valentín, hace posible una acción para los que aman y quieren contarlo a la persona querida y para los que necesitan comprensión.
Carla Menéndez (14 años), es una de las portavoces de la clase. Habla con soltura de un proyecto que "todos" han tratado con mimo desde el principio. Objetivo final: cuidar a los usuarios del Centro de Apoyo a la Integración (CAI). ¿Cómo? Lo llevan haciendo de muchas formas desde el pasado septiembre cuando el profesor de Educación en Valores, Roberto Balsera, ayudado por Valnalón (centro de empresas), les propuso esta posibilidad: crear una cooperativa con fines solidarios. La que ellos llamaron Estudiantes Solidarios con Impacto Positivo.
"Fuimos nosotros los que pensamos en el CAI porque están cerca; queremos ayudarles y que se sientan cómodos", apunta Menéndez. El alumno Héctor Álvarez (misma edad) es otro de los portavoces. "Se tiene que tratar por igual a todo el mundo", reflexiona. Habla a la sociedad y hace esta vez de altavoz de las personas con discapacidad intelectual, esas a las que dedican parte de una actividad "muy bonita", dice el profesor, "que salió de ellos", subraya el docente y que se celebra "con la ayuda de toda la comunidad educativa".
¿Esta vez, día de San Valentín, de qué se trata? De regalar claveles a la persona que quieras por dos euros. Todo lo recaudado se destinará a una actividad que les hace mucha ilusión. No es otra que llevar a los usuarios del CAI al kartódromo de Tapia de Casariego. Miguel Díaz lo tiene claro. Será una jornada "especial". "Estamos muy ilusionados; creemos que todos lo vamos a pasar bien", señala.