Todo comenzó con un resbalón. Manuel García Velasco, "Lito", párroco hasta hace unas semanas de Infiesto, ha vivido en los últimos meses un insólito vaivén de emociones. Tristeza y alegría, decaimiento y júbilo. Le encontraron un bulto en la cabeza, le diagnosticaron cáncer avanzado, se creyó a las puertas de la muerte y, al final, todo fue un error que le ha cambiado… "para bien". Asegura que ahora aprecia aún más y mejor la vida, que está más tranquilo y relajado: "Hay futuro, hay esperanza. Resucité". Y está convencido de que todo fue "gracias a la Virgen de la Cueva", a la que él mismo "y mucha gente" rezaron por su "curación".