Desde Nueva York o Taiwán, desde Albacete o Galicia. O mismamente desde el sillón de casa. Desde cualquier parte del mundo es ahora posible (siempre y cuando haya conexión a internet) poner una vela a la Santina. Sin más intermediario que el teléfono móvil. El Santuario de Covadonga acaba de incorporarse a la red de templos en los que la empresa española Luzea opera con un moderno sistema que permite realizar ese gesto de devoción, tal y como acaba de informar el Arzobispado de Oviedo.

Lo primero que hay que hacer es descargar en el móvil la aplicación de Luzea y seguir los pasos: se selecciona el templo para encender la vela, se fija el donativo (asociado en este caso al santuario asturiano) que se quiere ofrecer y se activa el encendido electrónico. Este se verá en directo, a través de la webcam instalada en la basílica y conectada con un lampadario que tiene 75 velas que imitan a las de cera y una luz similar a la de una llama, de bajo consumo. Esta permanecerá encendida 24 horas.

El altar de la basílica de Covadonga, con velas a la derecha. Mariola Riera

“La aplicación genera también una estampa con la imagen de la Virgen y la petición personal que se haya escrito”, explican en la Diócesis de Oviedo.

Es conocido lo popular que es el gesto devocional de poner una vela a la Santina, tanto por parte de los asturianos como por los visitantes de fuera que se acercan al real sitio en algún momento. Otros que no pueden suelen solicitar a sus conocidos cuando acuden que hagan por ellos la ofrenda; o incluso el Cabildo recibe habituales llamadas con esta solicitud. “Ahora podrán hacerlo directamente, sin más intermediarios que la aplicación móvil”, celebran en el Arzobispado, en cuya web ofrecen el enlace a la web de Luzea.

La empresa nació en pandemia cuando resultó imposible a los creyentes ir a su iglesia a rezar. Empezó en el santuario de Nuestra Señora del Rocío, en Huelva y ahora son ya 11 templos en total en España, además de cuatro italianos los que han incorporado el sistema. “Tecnología al servicio de la fe”, describen su trabajo en Luzea.

Estas velas a control remoto convivirán a partir de ahora con las de toda la vida, tanto en la basílica como en el pasillo de la Santa Cueva, donde se mantienen instaladas las estanterías para todo el que quiera encender una. Un sistema que también se modernizó hace unos cuantos años, cuando el santuario ofreció la posibilidad de, además de comprar la vela en una de las tiendas del lugar o llevarla de casa, también adquirirla en una de las máquinas expendedoras instaladas a la entrada. 

La Santina con un manto verde estrenado en 2021. LNE