La indignación y la ironía estuvieron presentes esta tarde a partes iguales en la manifestación de los comerciantes en la plaza Porlier y ante la Junta general del Principado. Al grito de "Estamos ahogados", los profesionales del sector se taparon la cabeza con una bolsa para ilustrar gráficamente su precaria situación económica por el cierre forzoso del pequeño comercio y calificaron de "ridículas" e "insuficientes" las ayudas recientemente aprobadas por el Principado. Los manifestantes reclamaron la apertura inmediata de sus negocios al considerar que el pequeño comercio "no es el virus" y se solidarizaron también con la hostelería.