“En casa cuesta más porque haces ejercicios, pero te falta esa sensación de golpear el saco”. Ana Mori volvió ayer al gimnasio después de un mes y una semana obligada a mantenerse en forma con una tabla de ejercicios virtual a la que ya había recurrido durante el confinamiento “duro” de la primavera de 2020. Esta semana, al igual que otros miles de ovetenses, pudo volver a su centro deportivo de cabecera, en la calle Pedro Masaveu de la capital asturiana con un riguroso protocolo de seguridad. Personas como Mori fueron recibidas con los brazos abiertos por unos empresarios del sector del deporte que se reconocen fatigados por tanto protocolos y tan pocas ayudas. “Llevamos tres cierres y cero contagios”, coinciden los empresarios locales del sector.
