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Amor Domínguez

La altura de la torre de la Catedral sorprende a los ovetenses: "No nos la imaginábamos tan alta, tenemos ganas de poder subir"

La planimetría realizada durante las últimas restauraciones permite calcular con exactitud el tamaño de una de las cimas de la ciudad

Ni los 62 metros a que la reducen algunos escritos, ni los 80 hasta donde la estiran las previsiones más exageradas ni, tampoco, por ser precisos, los 70 metros a los que se redondea, en la guía oficial del templo, el tamaño de la torre de la Catedral de Oviedo. El techo de Oviedo, casi empatado con la torre de Teatinos y al que solo la visera del Calatrava se atreve a sacarle algún metro de ventaja, mide exactamente 68 metros y 70 centímetros. La cifra sorprende a la mayoría de los ovetenses. "No me la imaginaba tan alta, creí que tenía menos altura que la Jirafa", reconoce Línez Pérez. "La ves aquí sola y no puedes compararla con otros edificios", explica Isabel López. "Yo me la imaginaba más alta, calculaba unos 80 metros", añade Armando Arias.

Las mediciones populares han establecido un rosario de marcas que van desde los 62 a los 80 metros. "Tengo muchas ganas de poder subir pero hay que tener pierna. Ya estuve en Notre Dame y el Alcázar de Segovia y la verdad es que me dio un poco de claustrofobia", asevera Armando Arias. La subida a la torre de la Catedral es la asignatura pendiente para muchos ovetenses. "Me queda la de casa, ya subí a otras torres", explica Carmen Miyares. "Yo esperaré a estar mejor de la pierna para poder subir porque me da miedo la escalera de caracol, pero tengo muchas ganas", asegura Línez. Independientemente de la altura lo que nadie pone en duda es la magnitud del templo ovetense. "Tiene una arquitectura preciosa, se ve desde cualquier parte y llama la atención", recalca Iván Prieto Vélez.

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