"Pero sobre todo de Oviedo me gusta la libertad". Las palabras del diseñador Pelayo Díaz en el pregón de las fiestas de su ciudad resonaron esta tarde con fuerza y cierta ironía. El "influencer" se refería a los derechos de la comunidad LGTBIQ+, a la lucha contra la homofobia y a la condición de Oviedo como ciudad segura en la que nunca ha tenido "miedo". Pero esa libertad se pudo leer también, en la plaza, como la del grupo de vecinos que coparon al menos la mitad de los asientos habilitados para seguir el pregón de San Mateo con pancartas contra la Ronda Norte en la mano y que taparon con gritos, constantes y sostenidos, -"el Naranco no se vende, el Naranco no se toca"- las palabras de "Prince Pelayo".