"¿Qué tal Oviedo? Cantar cara al sol por la mañana es muy malo". Así, con su habitual sorna, empezaba ayer el "cantapensador" Jerónimo Granda su esperado concierto en el festival Kuivi. Una actuación –la primera en Oviedo tras la abrupta suspensión del recital para presentar su disco más reciente en un bar de la capital, a causa de una denuncia vecinal– que reunió a un nutrido público de todas las edades, que llenaron las mesas habilitadas por la organización en el recinto del antiguo HUCA y que se desperdigó también por el cercano parque, buscando la sombra de los árboles.