Es uno de los productos que más abunda en Asturias pero la tradición de regalarlo en Navidad no arrancó hasta hace unos años. "Los romanos ya usaban el muérdago para atraer a la suerte pero aquí no era una planta muy querida", explica la florista Sara Simón. Ahora sus ramos son uno de los productos estrella en las mesas navideñas. "Me siento como una vendedora de lotería, la gente viene y me dice dame elq ue quieras porque nunca me toca nada". La tradición dice que hay que guardar el ramo durante un año y quemarlo el día de Santa Lucía. "Tengo clientes que vienen todos los años a por su ramo, así que funciona", asegura.
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