La Sociedad Ovetense de Festejos (SOF) ha entregado hoy a sus socios 2.400 bollos preñaos acompañados por una botella de sidra. El colectivo presidido por Felipe Díaz-Miranda consolida así su apuesta por la bebida autóctona tras su exitosa puesta de largo en el clásico reparto en la edición del pasado año. "A la gente le encanta la iniciativa porque es una bebida más tradicional", destaca el encargado del reparto Alberto Lacueva. "Hay que tirar fuerte por mantener la sidra, es una cosa muy nuestra y estoy encantada con el cambio", añade Carmen Rosa Riestra, una de las socias más veteranas de la SOF. "Llevo cincuenta años cumpliendo con esta tradición, hoy he venido con mis nietas y comeremos el bollo en el campo San Francisco". Desde las diez de la mañana el goteo de socios ha sido constante en las inmediaciones de la plaza de España. "La gente no madruga porque sabe que estamos hasta las dos y prefiere apurar hasta última hora y comerlo en el parque", añade el encargado del reparto. Manuel Carrera y María Eugenia Menéndez también llevan décadas fieles a la tradición. "Yo desde niño, mi mujer menos", apunta Manuel. Hoy se comerán el bollo en la Hermandad de los Estudiantes aprovechando el sol que lucía a mediodía en la ciudad. "Lo mejor de San Mateo es el reencuentro con los amigos", asevera. Algunos no han podido resistirse y cogían algún pellizco del bollo mientras dirigían sus pasos hasta el campo San Francisco. "Allí hay mucho ambiente y con los niños y las casetas se está genial, mi marido trabaja en Gijón así que esperamos que bollo aguante hasta que llegue", explica María Rodríguez. El día grande de San Mateo pone punto y seguido a un programa festivo que seguirá el fin de semana. Alejandro Delgado y su familia ya han desplegado sobre un banco toda la oferta gastronómica con la que pasarán el día de hoy: tortilla, aceitunas, patatas y sobre todo el tradicional bollo con chorizo. "Nos reunimos aquí todos los años, somos familia y amigos y este encuentro es lo mejor de las fiestas". Unos metros más abajo Roberto Rodríguez ha improvisado una mesa en uno de los tableros de ping pong del parque. "Siempre cogemos el mismo sitio, estamos encantados", apunta. "Lo mejor de San Mateo es no temer clase", exclama el pequeño Gonzalo de la Torre. Junto a él Mateo Rodríguez. que celebra su santo, y Juan González devoran los bollos y la empanada que han traido para comer. "Hay mucho ambiente y te encuentras a mucha gente. Jugamos al fútbol y lo pasamos muy bien".
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