El conductor "kamikaze" acusado de provocar el accidente de la madrugada del 21 de septiembre de 2022 en el que perdió la vida Juan José Fernández, un trabajador del Ayuntamiento de Grado que entonces tenía 40 años, atribuyó esta mañana ante la jueza que el siniestro se debió a una equivocación por la mala señalización de la plaza de Castilla. El procesado, para el que la Fiscalía pide 4 años de cárcel y la acusación particular nueve, negó conducir bajo los efectos del alcohol, a pesar de que la prueba en sangre realizada en el hospital arrojó un resultado que casi quintuplica los límites legales permitidos. "Solo tomé dos cervezas normales y otras dos de baja graduación y hay otras pruebas que dicen que no di absolutamente nada", se defendió durante la vista oral celebrada por el juzgado de lo penal número 3 de Oviedo en la sede del TSJA. En el siniestro también resultaron heridos el acompañante del procesado, así como el ocupante de un Seat Ibiza implicado en el mismo, que sufrieron lesiones de las que tardaron en curar 40 y 7 días, respectivamente.
El presunto "kamikaze" relató que llegó desde Colunga, donde reside, a Oviedo en torno a las nueve de la noche con un amigo conduciendo un Peugeot 207 propiedad de su madre. Aparcaron en la zona de Otero y ambos acudieron a un concierto celebrado en la Lata de Zinc, desde donde posteriormente fueron a la calle Mon y continuaron de fiesta hasta emprender el camino de vuelta a eso de "las cinco y algo de la mañana".