Fue una jugada de talento dentro del tono gris que tiñe cualquier derbi. Mossa lanzó en largo, Nahuel mimó el balón caído del cielo y Sangalli, aprovechando la inercia, cogió el balón y, en sexta marcha, maniobró hacia un lado. Javi Fuego chocó con el extremo y el árbitro señaló penalti. Lo aprovechó Tejera para romper el muro del Sporting, imbatido hasta entonces, y marcar la diferencia en un derbi de alternativas en el que el Oviedo mostró que su armazón es de acero. El 1-0 apea a los rojiblancos del liderato en Segunda y le da el primer triunfo al Oviedo. A falta de público los jugadores celebraron en el césped la victoria entonando el "Locos por verte ganar".