¿Cuántas veces no habrás oído hablar de metabolismo rápido y metabolismo lento? Sin embargo, este conjunto de procesos químicos que se producen en el organismo para convertir lo que comemos y bebemos en energía. Algo imprescindible para el correcto funcionamiento de los órganos.
Por otro lado, existe una gran diferencia entre quienes tiene un metabolismo lento y uno rápido, ya que este último permite quemar más calorías que el primero.
Sobre esto, ha compartido un video en Instagram el doctor Alexandre Olmos, quien desvela las tres señales que confirman que tu metabolismo está más lento de lo que crees. ''Muchos piensan que el metabolismo solo tiene que ver con quemas calorías, pero va mucho más allá'', cuenta el experto.
"Cuando el metabolismo empieza a ir lento, tu cuerpo lo muestra con estas señales: fatiga nada más despertar, dificultad para concentrarte durante el día y aumento de peso aunque no hayas cambiado tu alimentación", dice el doctor, que añade que "no es normal vivr cansado, tener la mente nublada o aumentar de peso sin explicación".
Metabolismo lento
¿Qué es el Metabolismo Lento? Un metabolismo lento se refiere a un estado en el que el cuerpo quema calorías a una velocidad inferior a la media. Las personas con un metabolismo más lento tienden a quemar menos calorías en reposo y durante la actividad física en comparación con quienes tienen un metabolismo más rápido.
Factores que pueden influir
Genética:
Algunos individuos son genéticamente más propensos a tener un metabolismo más lento.
Edad:
El metabolismo tiende a disminuir con la edad, especialmente después de los 30 años.
Hormonas:
Desequilibrios hormonales, como el hipotiroidismo, pueden afectar la velocidad del metabolismo.
Estilo de vida:
Una vida sedentaria, falta de sueño, y estrés pueden contribuir a un metabolismo más lento.
Enfermedades:
Algunas enfermedades como el hipotiroidismo pueden afectar el metabolismo.
Señales de un metabolismo lento:
- Aumento de peso inexplicado, aunque no se haya aumentado la ingesta calórica.
- Fatiga y cansancio constantes.
- Dificultad para perder peso, a pesar de mantener una dieta saludable y hacer ejercicio.
- Piel seca y cabello quebradizo.
- Sentir frío con frecuencia.
- Dolores de cabeza frecuentes.