Lugones ha conseguido encontrar una solución ideal para la parcela que ocupaba la fábrica abandonada de Muebles Campa. Este céntrico espacio permitirá albergar aproximadamente 140 nuevas viviendas, siguiendo la línea de crecimiento de la construcción en la localidad. Para hacerlo posible, tres entidades financieras propietarias del suelo (Caja Rural, Aliseda y Sareb) han derribado las instalaciones y urbanizado una nueva calle “en tiempo récord”. Así lo apuntaba ayer David Rumbao, representante del Sareb, que junto a sus socios de inversión agradecía al Ayuntamiento la facilidad en la tramitación, “principal escollo en este tipo de operaciones”. Ese espacio llevaba desocupado desde hace más de una década y, según explicó ayer el alcalde, el socialista Ángel García, “estaba en muy mal estado y generaba problemas de suciedad”. En este caso, el Ayuntamiento ha funcionado como intermediario entre las partes, además de facilitar el proceso.