Las fotos de la ex primera dama Jacqueline Kennedy tomando el sol desnuda multiplicaron su popularidad en 1971. Y 3 años más tarde fundó su famosa revista para adultos. De familia pobre, logró amasar una inmensa fortuna con su provocador enfoque de la pornografía, denostado por muchos, pero a la vez destacado por otros. Saltó de los garitos de dudosa reputación a un impero millonario a base de revistas pornográficas, un lujoso casino a las afueras de Los Ángeles, una cadena de clubes de striptease a lo largo de Estados Unidos, y hasta un negocio de juguetes eróticos por internet. Gran parte de su vida la pasó en silla de ruedas por un intento de asesinato. Se enfrentó a varios litigios e incluso a seis años de prisión por desacato. Pero nada frenó su empeño de seguir con su controvertido estilo para empujar los límites de la libertad de expresión. Su poderosa historia dio para varios libros e incluso llegó a Hollywood. Falleció ayer a los 78 años por una insuficiencia cardiaca, pero su legado sigue muy vivo.