Año nuevo, sinónimo de ilusión, de esperanza, de volver a empezar. Sobre todo para los palmeros. 85 días tuvieron que pasar hasta que el volcán de Cumbre Vieja dejó de iluminar las noches de La palma. 85 días de temor, angustia e incertidumbre para los casi cerca de 7.000 isleños que se quedaron sin hogar. Sin embargo hoy el optimismo es su mayor aliado. Toca apartar la vista del volcán y mirar al futuro. Porque en cuestión de horas algunos vecinos podrán volver al lugar que añoraron durante todo este tiempo: su casa. Horas clave en las que si las condiciones del aire y las infraestructuras de las viviendas lo permiten, el regreso será inminente. Está previsto que se levante la orden de evacuación en algunas zonas de la isla donde mañana mismo pasarán de ser urbanizaciones fantasma a lugares con vida. Mientras tanto, para amenizar la espera, toca ultimar los preparativos. Para otros la espera continúa y también los hay que tendrán que empezar de cero porque lo perdieron todo. Pero a pesar de ello ya miran al futuro con ilusión, confiados en ir recuperando sus vidas y agradecidos por todo el cariño que han recibido.