La Fundación ANAR analiza hoy las más de 250.000 llamadas que han recibido el pasado año sus teléfonos y chat de ayuda a niños y adolescentes. El suicidio y las autolesiones se han multiplicado. También los problemas de salud mental en un año marcado por la pantemia. Que ha disparado los trastornos alimentarios, las adicciones y la gestión del duelo.