Después de 7 días de lucha contra las llamas en Bejís, por fin está estabilizado. El perímetro no aumenta y casi no hay llamas. Pero sí humo en las múltiples fumarolas que hay en las 20 mil hectáreas quemadas. Pero el peligro sigue existiendo porque el terreno es pura brasa y el viento sigue azotando. Los Bomberos y el personal de la UME siguen trabajando. Les quedan días de refrescar una y otra vez el terreno.