Con mantilla blanca de Chantilly de la Casa Real, similar a la utilizada en varias ocasiones por la Reina Victoria Eugenia, vestido blanco nieve de Redondo Brand y pendientes de perlas australianas del joyero “de pasar”. La reina Letizia se presentó en la misa inaugural del pontificado de León XIV, como lo que es, la heredera de una tradición secular que liga a la monarquía española con la Iglesia Católica Romana.
La mantilla, el delicado paño con la que hace décadas las mujeres se cubrían para oír misa, (en España y en el resto de países católicos), cobra en ocasiones como la de hoy en el Vaticano un especial realce como símbolo de respeto y modestia. Doña Letizia he hecho uso del “Privilège du blanc”, el “Privilegio del blanco”, por el que las reinas de monarquías católicas portan ese color ante el Papa, pero ha obviado el que sólo tiene ella: llevar mantilla española con peineta. Es la segunda vez desde su boda en La Almudena, (el jueves hará 21 años), que la esposa de Felipe VI lleva mantilla blanca, complemento que pueden lucir en España las novias (aunque alguna madrina se salte la norma), y las mujeres en los toros.
Doña Letizia también ha preferido dejarse el pelo suelto, peinado con ondas y con la frente despejada. El vestido largo por debajo de la rodilla y corte asimétrico en el escote, lo firma Jorge Redondo, creador de Redondo Brand, con tienda en Claudio Coello (Madrid), modista de confianza de famosas como Nieves Álvarez, Naty Abascal (que por cierto, lleva la mantilla como nadie), Isabel Preysler o las hermanas Pombo. Llamaron la atención los salones beige de la Reina, frente al blanco, que sería lo indicado. Lo más probable es que la decisión se deba a la conveniencia de optar por un calzado que no la hiciese sufrir demasiado tantas horas de pie.
Una lista limitada
La lista de reinas que ostentan el "Privilegio del blanco" la completan la reina Sofía de España, Paola y Matilde de Bélgica, la gran duquesa María Teresa de Luxemburgo, y la princesa Charlène de Mónaco, las dos últimas ayer también fueron de blanco, aunque María Teresa Mestre, con vestido de Carolina Herrera, fue descubierta.
Los Reyes encabezaron la delegación española, integrada por las vicepresidentas Yolanda Díaz y María Jesús Montero, el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, y el líder de la oposición, Alberto Núñez-Feijóo.

¿Blonda o Chantilly?
La mantilla va ligada durante siglos a la cultura española. La medida de protocolo es de 110x120 centímetros y a partir de ahí existen numerosas versiones. Aunque la fama del encaje de Bruselas o Chantilly es indiscutible, en España existe una magnífica tradición encajera, simbolizada por piezas elaboradas en Cataluña, los encajes de Camariñas, en Galicia, o la propia malla de Luanco, que nació de las rederas de la localidad asturiana.
Un truco para distinguir la blonda del chantilly es que el dibujo la mantilla de chantilly es más pequeño y tiene menos pasadas de hilo. Es más fina que la de blonda y colocada queda más transparente. Es muy cómoda de llevar porque pesa muy poco, de ahí su gran fama.