Si eres un amante de la pizza casera, seguro que alguna vez te has encontrado con un problema común: una masa mal estirada. Puede que en algunas zonas te quede demasiado fina y se rompa con facilidad, mientras que en otras sea tan gruesa que no se cocine bien. Pero no te preocupes, porque en TikTok el “Maestro del pan” @opelouro ha encontrado la solución definitiva para que tu masa sea perfecta y homogénea. Y lo mejor de todo es que solo necesitas un ingrediente inesperado: ¡hielo!

La idea es tan sencilla como eficaz. Antes de hornear tu pizza, sigue estos pasos:

  1. Estira la masa como lo harías normalmente, asegurándote de darle la forma deseada.
  2. Coloca unos cubitos de hielo sobre la superficie de la masa. No necesitas cubrirla por completo, solo repartir algunos en diferentes zonas.
  3. Llévala al horno tal cual, sin añadir salsa ni ingredientes todavía.
  4. Observa el resultado. A medida que el hielo se derrite y la humedad interactúa con la masa, te revelará dónde has cometido errores al estirar. Las partes más finas quedarán más marcadas, mientras que las más gruesas absorberán la humedad de manera diferente.
@opelouro 🔥🔥🔥TRUCAZO PARA PIZZAS. Si queréis mejorar el estirado de vuestras pizzas, atentos a este truco, hacéis una de hielos, y gracias a la humedad que deja en la base podréis analizar las zonas más finas, más gruesas o rotas. Las pizzas es difícil/imposible estirarlas de manera uniformemente perfectas (por algo son artesanas) pero si nos pasamos más o menos con este truco podréis mejorar. Ojo! Que lo hielos andan caros también! #pizza #pizzanapoletana #pizzaiolo #pizzatime ♬ sonido original - Edu Lavandeira

El agua que suelta el hielo actúa como un revelador natural de las irregularidades en la masa. Al derretirse, genera vapor y distribuye la humedad de manera desigual, lo que te permitirá ver con claridad qué partes de la pizza necesitan más atención en tu próximo intento.

Esto es especialmente útil si amas hacer pizzas caseras y quieres perfeccionar tu técnica. Muchas veces, cuando estiramos la masa, pensamos que la hemos distribuido de manera uniforme, pero al hornearla nos damos cuenta de que hay zonas que se queman rápido y otras que quedan crudas. Con este método, podrás corregir esos errores antes de añadir ingredientes.