Lara Álvarez aparecía esta semana en la presentación de la nueva novela de Nieves Herrero, 'Luna roja', y allí atendía a los medios de comunicación desvelando en qué momento vital se encuentra.

Muy agradecida a la escritora, Lara confesaba que Nieves "es mejor de lo que dicen" porque "he tenido la suerte de trabajar muy de cerca con ella, desde muy jovencita y verla en situaciones a veces desbordada de trabajo, situaciones complicadas de manejar y por encima de cualquier parte profesional siempre está lo humana".

Tan buen recuerdo guarda de ella que confesaba que "es una inspiración y por mi parte la periodista más admirada ahora mismo en el panorama nacional".

Más celosa a la hora de hablar de su vida privada, la presentadora de televisión aseguraba que el hombre de su vida es "mi hermano" porque "tenemos un vínculo muy especial, la verdad es que somos uña y carne para todo y en todo, grandes compañeros de viaje y de vida y es algo que agradezco mucho, me enseña, es un gran maestro".

Y es que "pese a que le saco nueve años, siempre tiene el buen consejo porque sobre todo mi hermano lo que hace muy bien es escuchar, a veces no solo consiste en hablar la escucha activa se echa en falta y yo con mi hermano tengo la suerte de tenerlo".

Por último, en cuanto a la nueva etapa profesional que está viviendo, explicaba que está en una "muy interesante que es nueva, que en el mundo de la comunicación estoy desarrollando el mundo de la docencia, doy clase a gente que quiere aprender en la comunicación, empresas, ejecutivos que quieren romper con la barrera del miedo y disfrutar de la comunicación que es maravillosa".

Nuevo programa

La periodista y presentadora asturiana vuelve a la televisión para ponerse al frente del nuevo concurso de La 1 ‘La conexión’, basado en el formato original ‘The Connection’ de MediaLane y emitido con éxito en NPO1, la cadena pública neerlandesa. Se trata de la primera adaptación internacional del formato y estará producida por RTVE en colaboración con Satisfaction Iberia.

Un concurso de conocimientos diferente y novedoso que tiene el propósito de buscar la conexión existente entre todas las respuestas surgidas a lo largo del programa. En cada entrega compiten cinco concursantes que tienen algo en común y el juego consta de cinco rondas.

En las cuatro primeras deben responder a preguntas de cultura popular y curiosidades basadas en vídeos, fotos, montajes o enunciados singulares. La ronda final es icónica, por su puesta en escena, y ritmo trepidante, ya que se resuelve en solo tres minutos.

Todo el concurso gira en torno a una premisa inédita: las contestaciones de todas las preguntas conducen a una única respuesta que está relacionada con todas ellas: la ‘conexión final’.