Tamara Falcó ha pasado unos días de relax en un exclusivo resort en México en compañía de su hermano Manolo Falcó, su cuñada Amparo Corsini, y otros familiares como Álvaro Falcó e Isabelle Junot.
Tras esta escapada en la que además celebraron la Nochevieja, la aristócrata ha regresado a Madrid para recuperar su silla en El Hormiguero, programa en el que colabora y donde no desaprovechaba la oportunidad de echar en cara a su marido Íñigo Onieva el haber contraído un molesto resfriado. "Mi abrigo hizo su función. pero el resfriado me lo pegó Íñigo", decía la hija de Isabel Preysler en el programa de Pablo Motos.
Tras hablar en directo de la enfermedad que padecía ahora la hija de Isabel Preysler ha reaparecido para contar la decisión que ha tomado y que implica un cambio de residencia de cara al futuro.
Problema de salud
Tras disfrutar de una escapada 'détox' en un exclusivo resort en México antes de celebrar Nochevieja en compañía de su hermano Manolo Falcó, su cuñada Amparo Corsini, y otros familiares como Álvaro Falcó e Isabelle Junot, Tamara Falcó reaparecía el pasado jueves en 'El Hormiguero' y no dudaba en lanzar un reproche en directo a su marido, Íñigo Onieva.
Además de confesar que su marido le había pegado un incómodo resfriado, la marquesa de Griñón no ha dudado en hablar de sus planes de futuro en lo que respecta a su lugar de residencia y es que la hija de Isabel Preysler se imagina viviendo en el campo.
"Yo tengo mi huera planeada. Burros no, pero son preciosos", ha dicho la hija de Isabel Preysler.
Imagina, incluso, cómo será la casa futura. "Hasta sé como la voy a decorar. Depende de dónde sea, eso sí", ha matizado. Tamara apuesta por la vida natural en el futuro porque, dice, "quiero ser medianamente autosuficiente".