Nos encontramos en pleno horario de invierno. Los días tienen menos horas de luz y se nota en el ánimo de muchas personas, aunque la llegada de la Navidad, las luces y la ilusión siempre supone una inyección de alegría con la que sobrellevar la falta de luz por las tardes.
El cambio de hora genera bastante controversia y en los últimos años ha vuelto el debate a la mesa sobre si es necesario y útil seguir retrasando la hora en noviembre y adelantándola en marzo.
El Ministerio de la Presidencia fijó el inicio y el final del horario de verano e invierno desde el pasado 2022 hasta 2026, ya que no hay avances en las negociaciones para fijar una hora definitiva y eliminar así el cambio estacional. El cambio de hora estacional se ideó originariamente con el objetivo del ahorro energético pero la realidad actual es "muy distinta a la de aquel momento", han argumentado fuentes del Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía (IDAE).

Las nuevas exigencias de eficiencia energética en iluminación y climatización, la progresiva introducción del autoconsumo y la extensión del teletrabajo ha cambiado de manera sensible las rutinas de los ciudadanos que "no coinciden en el espacio-tiempo como antes" por lo que "no existen informes actualizados que permitan demostrar que el cambio horario implique hoy día un ahorro".
El último documento de este tipo fue elaborado por la Comisión de Industria, Investigación y Energía del Parlamento Europeo en 2018, y en España, en 2015, y "no prueban la relación directa entre cambio de hora y ahorro energético".
El Boletín Oficial del Estado (BOE), a través del Real Decreto 236/2002, de 1 de marzo, establece el horario de verano en España. Esto significa que publica las fechas en las que comienza y en las que termina, dando entonces, a partir de estas últimas, el paso al horario de invierno. Dentro de la misma publicación se deja constancia de la evaluación que en el 2018 se realizó para ver si era conveniente pensar en una modificación de la hora, concluyendo lo siguiente:
“En su informe, de fecha 20 de marzo de 2019, la Comisión de expertos concluyó, por un lado, que no era aconsejable producir ningún cambio precipitado en los husos horarios mientras no existiese un consenso compartido y una difusión práctica a nuestra ciudadanía de los riesgos y oportunidades que comporta. Por otro, que el análisis de los husos horarios deberá venir siempre vinculado al de los usos del tiempo al objeto de clarificar conceptos y procurar pautas de comportamiento que procuren determinados modelos compartidos como el de la corresponsabilidad”.
En definitiva, que el BOE confirma que se ha descartado el cambio de huso horario en España, al menos por ahora, manteniéndose el sistema horario actual. Por ahora, España le ha dicho adiós a un cambio de hora que sí ha llegado a estar sobre la mesa.