Alejandra Rubio ha salido en defensa de su madre, Terelu Campos, tras las críticas que ha recibido por su incursión en el teatro. La joven ha confesado que ha sido una de las principales impulsoras de este nuevo reto profesional para la colaboradora de televisión. "Yo le he incitado mucho a que cogiera este curro, la verdad", aseguraba con firmeza.
Ante las críticas de algunos profesionales de la interpretación que cuestionan la elección de Terelu como actriz, su hija ha respondido con contundencia, dejando claro que ella misma también tiene formación en el mundo de la actuación: "Por favor, yo qué sé, ¿qué queréis que diga? Yo soy actriz, tengo la carrera, por muchos que digan que no. Me he hecho el regular y lo terminé gracias a Dios y a mí me parece muy bien".
Sin embargo, la nieta de María Teresa Campos asegura que su madre está completamente centrada en su trabajo y no presta atención a estos comentarios negativos: "Mi madre pasa de esto y está muy centrada en lo que debe estar, ¿vale?".
Por otro lado, Alejandra también ha querido aclarar la reciente polémica en la que su pareja, Carlo Costanzia, ha sido captado paseando a su perro sin recoger sus excrementos. La influencer ha explicado que todo se debió a un simple despiste: "Como vivimos en un Gran Hermano permanente, ¿vale? Porque es cámaras 24 horas. Yo lo entiendo, ya sabéis que no tengo ningún problema con vosotros. He visto las imágenes, justo me ha pillado en el trabajo y me las han enseñado. Carlo estaba hablando por teléfono y no se ha dado cuenta".
Para cerrar el tema, ha pedido disculpas públicamente y ha asegurado que esto no volverá a repetirse: "Los que estáis aquí todos los días sabéis que a la perra se la saca 150 veces al día y que siempre se le recoge. Yo pido perdón desde aquí, no volverá a pasar y ya está, por favor".
Por último, ha expresado su deseo de poder llevar una vida más tranquila y sin tanta exposición mediática, además de hacer balance tras su primer aniversario con el actor. "Enamoradísima, súper feliz y ya está", ha concluido con resignación.
Cabe recordar que las multas por no recoger los excrementos de los perros rondan los 300 euros, dependiendo de cada municipio. Una de las obligaciones de la tenencia de animales es la de evitar que depositen sus excrementos y orines en lugares de paso habitual de otras personas, como fachadas, puertas o entradas a establecimientos, procediendo en todo caso a la retirada o limpieza de aquéllos con productos biodegradables